Guías prácticas

Esta sección presenta una propuesta de nuevas herramientas elaboradas para guiar el procedimiento tipo de detección, acción e intervención en los entornos siguientes: escolar, universitario, familiar, social, laboral y religioso. Todos ellos incluyen un protocolo de emergencia adaptado a cada uno de estos contextos, y se recomienda activarlos cuando los signos detectados sean los detallados en cada uno de los entornos.

Los marcadores que estructuran cada uno de estos protocolos son idénticos, aunque en el entorno académico (protocolo escolar y universitario) se insistirá en el apartado DETECCIÓN en la diferenciación entre mujeres y hombres, con la intención de facilitar a la institución la interpretación de signos de radicalización en un contexto y edad de los individuos en que estos signos pueden manifestarse de forma diferente en función del sexo.

Estos protocolos han sido creados con la finalidad de aportar pautas de actuación en estos contextos que permitan identificar un proceso de radicalización y actuar en consecuencia para que este no alcance niveles superiores, en las que el individuo pueda suponer un peligro para el resto de la sociedad.

Nos referiremos aquí a la radicalización violenta como el acto de mostrar un incremento de intransigencia en el discurso o el hecho de defender, promover, legitimar y en última instancia llevar a cabo actos violentos en concordancia con dicha transformación ideológica.

Esa influencia en el proceso mental del individuo encuentra su fuente en el contexto social del mismo. En el caso de la ideología yihadista, datos como los relativos a su expansión en redes sociales o a la edad media de los foreign fighters sugieren que Internet ha sido en los últimos años un catalizador real y, en algunos casos, una vía por sí misma de radicalización. Se tendrá en cuenta el poder de persuasión de la propaganda yihadista en la elaboración, en las siguientes páginas, de los diferentes protocolos de actuación a seguir en caso de detectar signos de radicalización en los entornos familiar, escolar, universitario, laboral, social y religioso.

Esta sección hace referencia a STOP RADICALISMOS como organismo de referencia en prevención contra la radicalización y asesoría en diagnóstico de los procesos. Si fuese necesario plasmar estas herramientas a nivel europeo, el organismo español deberá ser reemplazado por los diferentes interlocutores gubernamentales en materia de prevención del radicalismo.

Con la finalidad de comprender las propuestas de actuación en cada uno de estos ámbitos, es importante subrayar un indicador común que se desprende de los casos que he estudiado, y que está presentes en gran parte de procesos de radicalización, independientemente del ámbito en que se manifesta: la sectarización. Está caracterizada por la exteriorización de diversos signos, que describo a continuación como patrón común en un proceso de desconexión y comienzo de banalización de ideologías extremistas.

1) Ruptura con lo que hasta el momento era un patrón estable comportamental, de valores, de sociabilidad familiar y colectiva.

2) La aceptación de ideas presentadas por una tercera persona, cuya aparición en el entorno del individuo coincide con el comienzo de los cambios presentados.

3) Se expresa una adhesión incondicional, repentina, afectiva, intelectual, moral, social y comportamental a una tercera persona, que puede ser el agente radicalizador, o a un grupo del que el individuo siempre saldrá en defensa. La obediencia a este agente o agentes externos es incondicional, lo cual conlleva al individuo a creer que no existe posibilidad al punto de reflexión anterior a éste. Esto conlleva la imposibilidad de elegir un posicionamiento ante la vida diferente al asumido como propio. El individuo deja de ser libre.

4) Normalización de la violencia: los casos más extremos de ruptura con el mundo exterior conllevan la susceptibilidad a convertir esa actitud binaria en un dogma en defensa del cual la violencia se convierte en legítima.

Asumiendo que los anteriormente citados son los marcadores que, con carácter generalista, hacen saltar la alarma en la pérdida de espíritu crítico en aras de una ideología sectaria, las desarrolladas a continuación son las propuestas de protocolos concretos de detección, intervención y acción en cada una de las áreas que conforman la sociedad: familiar, educativa, religiosa y social.

1. ENTORNO ESCOLAR

1.1. DETECCIÓN. SIGNOS

A continuación se especifican los marcadores que el tutor del alumno que presenta posibles signos de radicalización deberá vigilar con la ayuda del resto del equipo docente, con la finalidad de establecer si existen evidencias de que este cambio se está produciendo. En caso de que así sea, se activará el protocolo de actuación elaborado en las siguientes páginas y clasificado en tres niveles en función de los signos detectados por la institución educativa.

Esta herramienta de detección está dividida en tres niveles, ordenadas en un nivel ascendente de radicalización. La intervención por parte del centro escolar no será la misma en función del grado concluido por la herramienta siguiente, como se especificará en el apartado INTERVENCIÓN.

Puesto que los alumnos no exteriorizarán la transformación del mismo modo que las alumnas, los tres niveles a continuación detallados estarán, a su vez, divididos según el género del individuo al que el centro docente deberá evaluar según estos criterios.

NIVEL 1.

El alumno:

1. Muestra mayor fuerza argumentativa que la considerada habitual en sus intervenciones dentro de los debates abiertos en clase.

2. Contradice al docente con argumentos ligados a la actualidad internacional
sin dejar lugar al debate y sin mostrar signos de dudas sobre su posición.

3. En los puntos 1) y 2) mantiene su actitud en solitario, sin mostrar posibilidad de duda marcada por el argumento mayoritario entre sus compañeros. Esto es, exterioriza firmeza a pesar de no hallar un apoyo popular de conocida influencia en edad
escolar para abordar un posicionamiento político en público.

4. Entre sus argumentos se reconocen alegatos propios de teorías conspiratorias. 5. Fuera de las aulas se relaciona menos con sus compañeros de lo que lo hacía
hasta el momento. El alumno busca la soledad. Llega tarde para no relacionarse en los momentos previos al comienzo de la clase con sus compañeros y abandona el centro solo al terminar la jornada escolar.

Detección de signos de radicalización en entorno escolar

NIVEL 2.

1. Las intervenciones en debates y tomas de palabra en clase están claramente marcadas por teorías conspiratorias.

2. Transformación en la estructura familiar: el alumno atraviesa un periodo de cambio, consecuente de una desestabilización en el núcleo familiar o de un reciente drama emocional.

3. Muestra intolerancia y signos de agresividad en la toma de palabra.

4. Increpa a compañeros musulmanes cuando éstos no apoyan sus alegatos en clase o fuera de ella.

5. Aislamiento del resto de alumnos acompañado de un cambio inhabitual de compañías y/o un refugio constante en redes sociales.

6. Entre sus argumentos se vislumbran signos de antisemitismo y/o deshumanización de diversos colectivos de la sociedad.

NIVEL 3.

Los signos del nivel 2 se hallan presentes en este tercero y último indicador, y a estos seis, se añaden los siguientes:

1. Descenso en los resultados acompañado de absentismo escolar injustificado.

2. Vestimenta:

Opción a) – El alumno neutraliza su apariencia lo máximo posible, hasta observar una islamización en su forma de vestir: kamis, pelo más largo de lo habitual y deja crecer la barba.
Opción b) – El alumno, que antes de mostrar signos de radicalización practicaba el islam y no escondía sus prácticas religiosas (entre ellas, la vestimenta), deja de hacerlo y entra en una fase identificada como disimulación o taqiyya.

3. En el proceso de aislamiento de sus compañeros, se le ve cada vez más presente en redes sociales. Diferenciaremos dos perfiles en este punto:

• a) Perfil proselita: comparte abiertamente sus teorías conspiratorias y trata
de convencer a grupúsculos dentro de la clase de sus convicciones ideológicas, que conllevan la deshumanización de colectivos y alegatos consparanoicos sobre la actualidad.

• b) Perfil pasivo-solitario: el individuo se encierra en sí mismo y evita que el resto de compañeros conozca el contenido que visita en internet durante sus horas lectivas o fuera de ellas.

4. La relación con los compañeros está totalmente deteriorada y el alumno evita toda relación con ellos fuera de horario escolar.

5. Increpa a las alumnas musulmanas valorando su forma de vivir la religión y juzgando la relación de éstas con el resto de alumnos y alumnas.

6. El docente percibe una ausencia absoluta de autoridad sobre el alumno.

NIVEL 1.

La alumna:

1. Muestra mayor fuerza argumentativa que la considerada habitual en sus i intervenciones dentro de los debates abiertos en clase.

2. Contradice al docente con argumentos ligados a la actualidad internacional sin dejar lugar al debate y sin mostrar signos de dudas sobre su posición.

3. En los puntos 1) y 2) mantiene su actitud en solitario, sin mostrar posibilidad de duda marcada por el argumento mayoritario entre sus compañeros. Esto es, exterioriza firmeza a pesar de no hallar un apoyo popular de conocida influencia en edad escolar para abordar un posicionamiento político en público.

4. Entre sus argumentos se reconocen alegatos propios de teorías conspiratorias.

5. Fuera de las aulas se relaciona menos con sus compañeros, privilegiando su relación con otras alumnas. De manera general, la alumna busca la soledad y muestra signos de pudismo inhabituales, incluso con sus compañeras. Al igual que el alumno, llega tarde para no relacionarse en los momentos previos al comienzo de la clase con sus compañeros y abandona el centro sola al terminar la jornada escolar. Evita unirse a planes o actividades extraescolares en las que antes sí participaba.

NIVEL 2.

• 1) Las intervenciones de la alumna en debates y tomas de palabra en clase:
a) Tratándose de una alumna poco participativa, sus intervenciones se hacen habituales y están claramente marcadas por teorías
conspiratorias.

b) Tratándose de una alumna de participación habitual, observa y evita la
confrontación y el intercambio de ideas al percibir juicios de valor al respecto de sus opiniones.

• 2) Transformación en la estructura familiar: la alumna atraviesa un periodo de cambio, consecuente de una desestabilización en el núcleo familiar o de un reciente drama emocional.

• 3) Muestra intolerancia y signos de agresividad en la toma de palabra.

• 4) Increpa a compañeras musulmanas cuando éstas no apoyan sus alegatos en clase o fuera de ella.

• 5) Su aislamiento del resto de alumnos es palpable. Solo se dirige a alumnas, no se muestra cómoda rodeada de compañeros y se observa en ella un cambio de compañías y/o un refugio constante en redes sociales.

• 6) Entre sus argumentos se vislumbran signos de antisemitismo y/o deshumanización de diversos colectivos de la sociedad.

NIVEL 3.

A los signos detallados en el nivel 2, se añaden los siguientes marcadores suplementarios:

• 1) Descenso en los resultados acompañado de absentismo escolar injustificado.

• 2) Vestimenta: La alumna cambia de hábitos en su apariencia y neutraliza su vestimenta lo máximo posible, hasta observar una islamización en su forma de vestir. Coincidiendo con la aparición de los signos anteriormente relatados, comienza a llevar el velo y expone una ausencia repentina y absoluta de maquillaje.

• 3) En el proceso de aislamiento de sus compañeros, la alumna está cada vez presente en redes sociales. Tiene varios perfiles en Facebook y Twitter. Utiliza Telegram y descarga de forma repentina diversas aplicaciones de mensajería. Diferenciaremos dos perfiles en este punto:

• Perfil proselita: comparte abiertamente sus teorías conspiratorias y trata de convencer a alumnas musulmanas dentro de la clase de sus convicciones ideológicas.

• Perfil pasivo-solitario: la alumna se encierra en sí misma y evita que el resto de compañeros/as conozcan su actividad en internet durante sus horas lectivas, y sus actividades fuera de horario escolar.

4) La relación con los compañeros está totalmente deteriorada y la joven evita toda relación con ellos fuera de horario escolar.

5) Increpa a sus compañeras musulmanas valorando su forma de vivir la religión y juzgando la relación de éstas con el resto de alumnos y alumnas.

7) El docente percibe una ausencia absoluta de autoridad sobre la alumna.

1.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR

Proceder ante los comportamientos que describen la posible existencia de un proceso de radicalización en un/a alumno/a.

Tanto los cambios repentinos de carácter, como la ausencia injustificada en horario escolar pueden, en efecto, constituir dos marcadores de una transformación en la personalidad del alumno. La dificultad no reside tanto en la detección de los signos específicos de radicalización violenta como en la interpretación de los mismos, puesto que en su antesala (antes incluso de llegar al NIVEL 1, (apartado DETECCIÓN) los comportamientos pueden dar lugar a error y llevar al docente a una pista más vinculada a problemas personales, a una búsqueda de identidad propia de la edad del alumno o, incluso, a una reacción del joven ante un posible caso de acoso escolar.

Tanto la búsqueda de momentos de soledad como la aparición de picos de agresividad en intercambios dentro de la clase deben hacer saltar la señal de alarma del tutor, que deberá iniciar una búsqueda de la tipología de problema que afecta al joven. Los signos detallados en cada uno de los tres niveles en el apartado DETECCIÓN marcarán cómo de avanzado se encuentra el proceso de radicalización.

Si el alumno se encuentra en NIVEL 1, esto es, muestra signos que pueden describir una primera señal de alarma sin ser en absoluto determinantes de un proceso de radicalización, el docente deberá seguir el presente protocolo de actuación, por orden cronológico, para enriquecer su punto de vista con las impresiones del resto de docentes y descartar, previo análisis de la situación familiar, que este comportamiento corresponde a un proceso de radicalización violenta. (Ver 2 – Intercambio de información con el equipo directivo) En cualquier caso, y aunque no se trate de un proceso de radicalización, el docente deberá llegar en su intervención hasta el 5 – No hay evidencias de una radicalización: medidas adaptadas al caso.

Si el alumno muestra los signos recogidos en NIVEL 2, la transformación del joven sí deja evidencia de una banalización del discurso de odio y de una preocupante manifestación de intolerancia hacia otros colectivos, llegando a la deshumanización de los mismos. La intervención será la misma que la descrita en respuesta a la NIVEL 1, pero, por precaución, los puntos 2 y 3 (relatados a continuación) se llevarán a cabo de inmediato, de forma simultánea y no cronológica.

Si se manifiestan en el alumno los signos descritos en NIVEL 3, sin que el docente haya percibido una evolución proveniente de las niveles anteriores, sino una aparición repentina de estos comportamientos, debe considerarse al joven inmerso en un estado de radicalización. A pesar de que los catalizadores de esta radicalización ya han surtido efecto (reclutador físico o radicalización exprés vía agente de radicalización o vía internet) el proceso continúa. El alumno ya muestra signos clarividentes de un estado de radicalización avanzado, pero existen estadios superiores cuya meta puede ser múltiple. Nos concentraremos en las dos que más incumben al centro escolar:

• Pasar al acto

• Servir como reclutador en su entorno cercano (Familia y compañeros de clase).
Ante este NIVEL 3, el profesorado deberá activar de inmediato el protocolo de emergencia, que se detallará tras el apartado 6 del presente PROTOCOLO DE ACTUACIÓN (relativo a las NIVELES 1 y 2). Estas son las etapas.

1. Intercambio de información con el tutor y comunicación al equipo directivo.
El alumno presenta los signos presentes en la NIVEL 1 o el NIVEL 2. La comunicación inmediata al tutor del joven en cuestión será el primer paso a seguir por parte de profesor que ha reconocido al menos tres de los cinco signos del NIVEL 1, o tres de los seis signos del NIVEL 2.

La reunión con el tutor le permitirá transmitir la preocupación al profesor responsable de la clase, y al mismo tiempo el que mejor conoce el recorrido del alumno, y en caso de existir, sus problemas en el núcleo familiar. Será él, y no otro profesor, el encargado de acercar posiciones y vigilar la existencia de estos tres signos subrayados por el profesor en cuestión, e iniciar la posible búsqueda de otros marcadores menos visibles.
Un primer encuentro o tutoría individual con este alumno permitirá confirmar o descartar una deriva sectaria dentro de su forma de relacionarse con el resto de la sociedad. Darle la palabra en cuanto al descenso en su rendimiento escolar e interrogarle sobre los posibles cambios en el núcleo familiar serán dos marcadores determinantes para comprender la transformación y los cambios de humor. En caso de acompañar estos signos con una práctica de su religión más rigorista, y la consecuente exteriorización de la misma a través de su vestimenta, el tutor no tratará de enfrentarse al problema abordándolo de manera frontal, sino que seguirá el protocolo en el orden establecido en la etapa 1 (Detección de comportamientos que describen la posible existencia de un proceso de radicalización en un/a alumno/a).

La opinión del resto de profesores y el seguimiento comportamental del alumno son importantes para no precipitar al equipo docente en una toma de decisiones basada en una mera intuición. El tutor comunicará sus impresiones tras la reunión con el alumno al resto de profesores en una reunión extraordinaria cuya meta será focalizar los esfuerzos del conjunto de profesores en el estudio de la situación (Etapa 3). Los profesores que conforman el equipo docente tendrán siete días laborales para reunir de forma individual la información presente en el siguiente formulario.

1) ¿Ha notado un cambio comportamental en “x”?

2) En caso de respuesta positiva, describa el cambio.

3) ¿Es “x” menor de edad?

4) ¿Ha sido testigo de violencias verbales o físicas de “x” hacia otro alumno desde

que estos cambios se produjeron? Especificar si éstas tienen tinte antisemita u homófobo.
5) ¿Ha sido testigo de violencias verbales o físicas de otros alumnos hacia “x”?
6) ¿Exterioriza “x” su práctica religiosa más actualmente que antes de notar una
transformación en su comportamiento?

7) ¿Ha percibido un cambio de humor inhabitual en “x”?

8) ¿Se relaciona “x” del mismo modo que lo hacía antes con las chicas de su clase?
/// (x = alumna) : ¿Huye “x” del contacto con los chicos de su clase?

9) ¿Busca “x” la soledad antes y después del comienzo de su clase?

10) En sus intercambios con “x” durante el curso, ¿siente usted haber perdido
autoridad?

Siete días después de la primera reunión del equipo docente, tendrá lugar una segunda, en la que los profesores presentarán el formulario de diez cuestiones arriba detallado y debatirán sobre sus impresiones al respecto de las transformaciones del alumno.
Es posible que el cambio comportamental haya sido denunciado por la familia* del alumno. En caso de que así fuera, el equipo docente seguiría este mismo orden de actuación pero se presentarían las impresiones del familiar (recogidas en por el tutor) durante esta segunda reunión.

Un alumno en Nivel 2 de signos de radicalización causará mayor unanimidad en el equipo docente que aquel que presente los signos descritos en la Nivel 1. En cualquier caso, y a pesar de que de este encuentro entre docentes se concluya que se debe continuar con el protocolo exclusivamente hasta el punto 5 (No hay evidencia de una radicalización), las respuestas del profesorado a las preguntas anteriores deberán abrir el debate sobre la toma de medidas adaptadas al caso de este alumno. (Podría tratarse de una víctima de bullying, o podría estar exteriorizando los primeros signos de una depresión ligada a problemas familiares, por citar tan solo dos ejemplos)

Dentro de INTERVENCIÓN entrará en juego el despliegue de protección del alumnado afectado en caso de que uno de los signos exteriorizados por el alumno sea el nombrado en los signos de NIVEL 2 (Increpa a compañeras musulmanas cuando éstas no apoyan sus alegatos en clase o fuera de ella). Si el equipo docente coincide en la influencia ejercida por el individuo supuestamente radicalizado hacia un tercero/a, se solicitará una atención específica hacia éste (tutoría individual) y se organizará una reunión extraordinaria donde alumno al que se ha intentado ejercer influencia y su madre, padre o tutor legal intercambien impresiones sobre lo sucedido en presencia del psicólogo del centro y del tutor.

Este será el momento de informar a los padres sobre los riesgos de radicalización en entorno escolar, abordar una posible fragilidad del hijo/a y los peligros de ser influenciado en esta materia. De este encuentro se espera que el alumno informe al tutor de otros casos de influencia que este joven ha podido ejercer dentro de la misma clase, para poder así aplicar este mismo plan de acción con aquel y su familia.

Durante esta reunión, el centro deberá facilitarles (tanto a los padres como al alumno al que se ha intentado radicalizar) contactos útiles en caso de dudas sobre reclutamiento físico y por internet. También se ofrecerá a los padres la posibilidad de cambiar a su hijo de grupo en caso de existencia de factores de riesgo en el contacto cotidiano con el joven en evaluación de radicalización. El tutor se comprometerá a informar a los compañeros más cercanos del alumno influenciado para protegerle en momentos clave de la vida escolar, (entrada y salida de clase, recreo), hasta que se determine a través del presente protocolo el grado de influencia que se ha ejercido en él y el grado de radicalización del joven que le ha increpado. Con esta acción se pretende poner barreras a un posible efecto en entorno escolar.

2. Estudio de la situación familiar.
Si el alumno del que se sospechan signos de radicalización presenta los marcadores detallados en NIVEL 1, la reunión con su familia será posterior al estudio de caso llevado a cabo por los miembros del equipo docente. (Salvo si la voz de alarma ha llegado desde el núcleo familiar. Ver Punto 2*)
El tutor se reunirá con la madre, padre o responsable legal del alumno para transmitirle las conclusiones de las impresiones recogidas por el conjunto del equipo docente en la elaboración de sus respectivos formularios. Será la ocasión de detectar si la posible radicalización del joven tiene como origen el núcleo familiar.
Del mismo modo, será la ocasión de determinar el grado de implicación/colaboración familiar en caso de que se determine que el alumno está radicalizado.

De este encuentro con la familia del alumno, siempre y cuando no sea evidente que el foco de radicalización proviene de ésta, el tutor deberá extraer las respuestas a las preguntas siguientes:

1) ¿Ha cambiado “x” su forma de relacionarse con sus padres?

2) ¿Ha cambiado “x” de compañías?

3) ¿Ha evolucionado “x” en su práctica religiosa?

4) ¿Sigue “x” viendo en horas no lectivas a compañeros de diferente religión a la
suya?

5) ¿Busca “x” la soledad? ¿Ha aumentado el tiempo que invierte en internet?

6) ¿Sigue “x” escuchando música en casa?

7) ¿Hace “x” comentarios inhabituales sobre política internacional y conflictos
armados?

8) ¿Qué tipo de lectura tiene “x” en su librería?

9) ¿Tiene “x” motivos para mostrar signos de depresión?

10) ¿Ha cambiado su vestimenta o su alimentación recientemente?

Durante este encuentro con la familia, el tutor deberá informar a ésta de la existencia de la plataforma STOPRADICALISMOS, facilitarles el número de teléfono de contacto 900 822 066, así como su e-mail: stop- [email protected], y transmitir al responsable del alumno la confidencialidad de esta plataforma. Las iniciativas lanzadas por plataformas civiles despiertan mayor confianza en los padres de jóvenes radicalizados que temen represalias hacia sus hijos, por lo que el centro deberá de informar con precisión sobre la utilidad de este programa gestionado por el ministerio de Interior. Los padres del alumno deberán comprender que no se trata una herramienta de recogida de datos personales con finales coercitivos hacia el individuo, sino que, conformado por profesionales y expertos en la cuestión, esta plataforma se alza hoy como el aliado principal de un ciudadano español con dudas sobre un posible proceso de radicalización de un ser cercano.
3. Contacto con STOPRADICALISMOS por parte del Director, reunión con los psicólogos del centro educativo y comunicación de la situación al Servicio Provincial de Educación.
El tutor, con ayuda del Director del centro, elaborará un informe recopilatorio tras este encuentro con la familia del alumno en cuestión y compartirá con los psicólogos del centro las conclusiones del equipo docente, la familia, el joven en cuestión y, en caso de haberlos, los alumnos influenciados por éste.

En este punto del protocolo, el centro se pondrá en contacto con STOPRADICALISMOS e iniciará los trámites para concertar una reunión con un responsable del Servicio Provincial de Educación para pedir un despliegue de medios más allá del relativo al alumno en cuestión; esto es, las herramientas necesarias para responder a amenazas como la presencia de un reclutador en los alrededores del centro. Si STOPRADICALISMOS considera necesaria la intervención de los Cuerpos de Seguridad porque existen indicios de la comisión de un delito (discursos de odio/antisemitas, incitación a la violencia como agente radicalizador offline u online, difusión de propaganda yihadista…) el centro escolar seguirá las pautas marcadas por este organismo.

4. No hay evidencia de una radicalización: medidas adaptadas al caso.
El director y el psicólogo del centro, el tutor del alumno y este último deberán reunirse para identificar el origen de la violencia verbal/física que ha hecho saltar las alarmas del profesorado. Aun sin tratarse de un estado de radicalización reconocido como tal, y dado que éste no es tanto un estado como un proceso, deberán tomarse medidas cautelares que vigilen de cerca la evolución de este alumno. Si el estudio de su caso ha llegado hasta este NIVEL 5 del protocolo, el joven muestra claramente rasgos de inestabilidad y fragilidad emocional, por lo que no está exento de verse embaucado en derivas sectarias.
La elaboración por parte del equipo docente y el psicólogo de un programa adaptado a su caso. Algunos ejemplos de acciones útiles en este punto del protocolo son:

-Actividades extraescolares
-Reuniones asiduas con la familia
-Seguimiento de la situación por parte de los profesores en contacto cotidiano con el alumno
-Intercambios semanales con el psicólogo
-Búsqueda conjunta de un plan adaptado al alumno que refuerce su identidad y su espíritu crítico. (Deporte, talleres de lectura, estudio de idiomas).

5. Sí existen evidencias de un proceso de radicalización violenta.

Si el alumno es menor de edad y la familia no ha mostrado signos de colaboración con el centro desde que éste ha mostrado preocupación por el joven; si existen indicios (consecuencia del apartado 3 de este protocolo Estudio de la situación familiar) para pensar que el entorno familiar del alumno tiene un vínculo directo con la transformación comportamental de éste; si de este estudio de sus relaciones familiares se concluye que los padres, hermanos o familia cercana han podido ejercer influencia en su acercamiento a ideologías extremistas; el Centro, comunicará la situación al Servicio Provincial de Educación y dará parte de lo ocurrido a STOPRADICALISMOS para recibir la información necesaria sobre los pasos a seguir en caso de identificar la radicalización de un menor.
En este punto del protocolo, y previo asesoramiento por parte de STOPRADICALISMOS, el Centro deberá estar preparado para dar parte de la situación a la Subdirección General de Protección del Menor de la Dirección General de la Familia y el Menor.

PROTOCOLO DE EMERGENCIA

El protocolo de emergencia se activará si el alumno o la alumna muestra al menos tres de los signos de radicalización detallados en NIVEL 3.
El responsable de activar esta intervención será el director del centro, previa confirmación de estos marcadores con el equipo directivo en una reunión extraordinaria que tendrá lugar tan pronto como uno de los miembros del equipo docente haga conocedor al tutor de estos marcadores. Los plazos de detección y evaluación de los indicadores se reducen. Si en el protocolo habitual los miembros del equipo docente tenían siete días laborales de recogida de información antes de reunirse con la familia del alumno, en el protocolo de emergencia el plazo se reduce a 24H y en este mismo periodo de tiempo, el Centro ya se habrá puesto en contacto con la familia del joven a la que se informará de que el propio director ha hecho a StopRadicalismos conocedor de la situación, a través de un parte de un caso de radicalización violenta.

El Ministerio de Interior, a través de este organismo, marcará las pautas a seguir tanto por la familia del alumno como por parte del centro escolar.
Dado que entre los marcadores de radicalización del NIVEL 3 se halla la agresión verbal, la defensa de discursos de odio, propósitos antisemitas y presión hacia los/as alumnos/as de su entorno, así como por motivos de seguridad, el centro procederá a la apertura de un expediente y su expulsión hasta nueva orden. La ausencia del alumno radicalizado permitirá a los docentes abordar la situación con el resto de los alumnos, identificar si éste tiene un perfil proselita y si su discurso ha podido influir en alguno de sus compañeros. En caso de que así fuera, se aplicaría lo relatado en el apartado 2 del protocolo: despliegue de protección del alumnado.

El centro deberá adaptar su actividad a este suceso a través de jornadas de sensibilización a la radicalización violenta, talleres de lectura, charlas de figuras que pueden inspirarles (tal y como defiende el proyecto Role Models). Se aconseja que el equipo docente identifique una serie de actividades que podrían ayudar a los jóvenes del centro a identificar los signos de radicalización en compañeros; invitar al centro educativo a un responsable de una asociación de víctimas de terrorismo, así como organizar visionados semanales de películas que abran un debate entre los jóvenes sobre tolerancia, identidad y valores democráticos.

2. ENTORNO UNIVERSITARIO

2.1. DETECCIÓN. SIGNOS

La detección de los signos de radicalización en un joven universitario será notablemente más complicada por el perfil del individuo a evaluar. Tratándose de un estudiante mayor de edad, tanto la lectura de su proceso de radicalización como la capacidad del centro a la hora de intervenir serán opacos con respecto al protocolo en entorno escolar.
La familia y el entorno social seguirán constituyendo un punto de apoyo en la detección del grado de peligrosidad del individuo. Y esto, teniendo en cuenta la mayor dificultad a la que se enfrentará la Universidad: el abandono paulatino o repentino (dependiendo de la rapidez en su proceso de radicalización) será uno de los primeros signos visibles, por lo que dificultará la tarea de observación por parte de los responsables de la institución académica.

Puesto que las clases el entorno universitario cuentan con un importante número de estudiantes en comparación con las que hallamos en colegios o institutos, y asumiendo que la relación entre el equipo docente y sus alumnos no es comparable, la tarea de la Universidad para tratar de paliar esta problemática deberá centrarse en la Prevención. Toda la complejidad de intervención en ámbito universitario estará basada en los obstáculos que, per natura, impone el contexto universitario, marcado por el anonimato del alumnado frente al profesor. En este salto a la Universidad, la lucha contra la radicalización violenta pierde (en gran parte) a un aliado primordial en contexto educativo. Realizar esfuerzos en la elaboración de una base de datos de alumnos que podrían ser susceptibles (expediente académico, situación familiar, entorno social, antecedentes penales) de atravesar periodos de fragilidad, ayudará a los docentes universitarios a centrar sus esfuerzos y servir de una forma más directa a la prevención.
Partiendo de lo anteriormente expuesto, los signos de radicalización varían, pues ligeramente de lo expuesto en el protocolo escolar. Si bien es cierto que en la fase de acción e intervención los profesores jugarán un papel clave, los principales aliados en el periodo de detección serán los compañeros del alumno en cuestión.

Se recomienda como principal medida preventiva la creación de un Consejo de Prevención dentro de la universidad conformado por los delegados y subdelegados de cada una de las clases. Se sugiere que este grupo reciba una formación impartida por expertos en la materia, así como información útil por parte de Stop Radicalismos sobre los pasos a seguir en caso de enfrentarse a un caso de radicalización.

Este Consejo de Prevención debería ser el primer interlocutor de un alumno que necesite recibir más información sobre el modo de intervención. Se recomienda que este Consejo se reúna mensualmente para poner en común los avances en materia de prevención, elaborar campañas en colaboración con otras universidades o idear la distribución de información preventiva en ámbito universitario. En el área INTERVENCIÓN se detallará el protocolo a seguir por este Consejo en caso de radicalización de un alumno de su universidad. El primero y el tercero de los niveles que aparecen a continuación se exteriorizará de forma similar en alumnos y alumnas, siendo el segundo nivel aquel que merece la diferenciación que se hace entre ambos sexos.

SIGNOS

¿QUÉ PUEDEN DETECTAR LOS ALUMNOS?

Su compañero o compañera:

NIVEL 1.

1) Ha endurecido su lenguaje a la hora de intercambiar opiniones durante los debates dentro y fuera de las aulas.

2) Muestra irritabilidad cuando se aborda un tema de clase fuera de las aulas.

3) Solo toma la palabra (tanto dentro como fuera de las aulas) para
contraargumentar temáticas ligadas a la actualidad internacional.

4) Entre sus argumentos se hallan rasgos de teorías conspiratorias.

NIVEL 2.

Su compañero:

1) Comienza a ausentarse. Llega tarde para no relacionarse con sus compañeros en los momentos previos al comienzo de la clase y abandona el centro solo al terminar la hora.

2) En sus discursos se discierne una pérdida de espíritu crítico y una repetición de argumentos que privilegian un “nosotros”, como grupo de individuos.

3) La agresividad en su argumentario es cada vez más notable. Hay rasgos de
rabia, intolerancia, e incluso defensa de tesis antisemitas y/o apocalípticas.

4) Ha cambiado ligeramente su apariencia y sus hábitos con el resto de compañeros. Ya no come en la universidad y evita relacionarse de forma
esporádica con cualquier miembro de la clase.

5) Comienza a mostrar signos de rechazo hacia sus amigos. Se acerca
exclusivamente a sus compañeros musulmanes, y marca sus intercambios con ellos de un tinte proselita. El alumno habla de su religión de forma continuada y cuando se relaciona con el resto de alumnos en actitud defensiva. Vemos al alumno con otras compañías externas a la Universidad. Le esperan a la salida de la Universidad y no se relacionan con otros alumnos del centro.

Su compañera:

1) Su ausencia en clase es repentina.

2) En sus intervenciones, dentro o fuera de clase, privilegia un espíritu de grupo.
Habla de su comunidad y se extrae cierta pérdida de espíritu crítico como
individuo.

3) Cuando llega a la Universidad se aísla del resto de compañeros,
especialmente de sexo masculino, y al tomar la palabra en clase o fuera de
ella sus compañeros subrayan irascibilidad, irritabilidad e intolerancia.

4) Ha neutralizado o cambiado radicalmente su forma de vestirse. La aparición del velo de forma repentina, unida al resto de signos aquí relatados, podría ser un signo a tener en cuenta. En sus conversaciones también hace hincapié en la sociedad de consumo de manera crítica, unido este marcador a su ausencia en planes de grupo que conlleven la mezcla con compañeros de sexo masculino.

5) Comienza a mostrar signos de rechazo hacia sus amigos. Vemos a la alumna con otras compañías externas a la Universidad. La esperan a la salida de la Universidad y no se relacionan con otros alumnos del centro. Se acerca exclusivamente a sus compañeros musulmanes, y marca sus intercambios con ellos de un tinte proselita. El alumno habla de su religión de forma continuada y cuando se relaciona con el resto de alumnos en actitud defensiva

NIVEL 3.

A los signos presentados en la NIVEL 2, se suman los siguientes: Su compañero/a:

1) Ha dejado de asistir a clase después de haber mostrado total o parcialmente los signos relatados en el apartado NIVEL 2.

2) Sus compañeros detectan una actividad irregular en sus redes sociales.

Opción a) Desaparición repentina de sus perfiles. (Creación de una segunda cuenta anónima a la que estos no tienen acceso)

Opción b) Sus redes sociales muestran una actividad propagandística. Comparte vídeos y comentarios que describen una adhesión concisa a teorías conspiratorias.

3) Su contacto con los que eran sus compañeros/as de clase se deteriora hasta desaparecer por completo.

4) Profiere amenazas a otros individuos por su ideología, raza o religión, tanto en el centro educativo como en redes sociales.

5) Aborda abiertamente el conflicto en Siria, justificando la existencia de grupos terroristas y defendiendo sus actos.

6) Su discurso desprende una banalización del uso de la violencia.

¿QUÉ PUEDEN DETECTAR LOS DOCENTES?

-Descenso injustificado de los resultados
-Ausencia paulatina o repentina del alumno.
-Agresividad en el tono durante debates que abordan conflictos armados, pasajes de la Historia (que el alumno rebate con argumentos propios de teorías conspiratorias) -Repentina aparición de signos ostentativos de la práctica de una religión.
-Desprecio y/o agresión verbal a otros compañeros por su vestimenta, su condición sexual o su forma de pensar durante un intercambio de ideas en horario lectivo. -(Presentando al menos tres de las premisas anteriores), además, el alumno/alumna se aísla y presencia la clase concentrado/a en su teléfono móvil. Su relación el resto de alumnos va descendiendo hasta desaparecer por completo.
-En sus intercambios durante o después de las clases, el alumno presenta síntomas de depresión.
-El alumno/a intenta modificar el rumbo de los debates o diálogos colectivos en clase, llevándolos hacia la confrontación. Se muestra irascible e intolerante hacia las ideas de otros. En última instancia, la mera presencia o toma de palabra de otros compañeros/compañeras irrita al alumno/a.

2.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR

Proceder ante los comportamientos que describen la posible existencia de un proceso de radicalización en un/a alumno/a en entorno universitario.

El arriba nombrado Consejo de Prevención deberá estar constituido por los delegados y subdelegados de las clases que conforman cada curso universitario. Se reunirán una vez al mes en caso de ausencia de incidencias, y darán parte de estos encuentros al Defensor Universitario, con la finalidad de comunicarle los avances en materia de prevención ideados por los alumnos. Siendo estos los más cercanos a los jóvenes a los que se intenta transmitir un mensaje pedagógico en materia de prevención, la aportación en cuanto al tono a utilizar, mensaje y forma de transmisión del mismo (campañas, folletos, seminarios) será más efectiva. Además, tratándose de integrantes de esas mismas clases a las que el protocolo intenta prevenir, la capacidad de convocatoria de estas actividades será mayor si proviene de los mismos jóvenes que si fuese impulsada directamente por la institución educativa desde su pirámide.

Como se observará en el apartado INTERVENCIÓN, la composición de este Consejo evolucionará conforme avancen los signos de radicalización, así como la frecuencia de estos encuentros o reuniones entre sus miembros y la posterior comunicación a otras instancias. Cuanto más evidente sea la existencia de un caso de radicalización en el centro, más imperativa será la colaboración entre el Consejo de Prevención y el Defensor Universitario, encargado de velar por el cumplimiento de los Estatutos que rige la Universidad, pero también de hacer que los derechos y libertades de los miembros de la institución se respeten.

1) Intercambio de información entre el Consejo de Prevención y el Defensor Universitario.
Los alumnos habrán sido informados a comienzo de curso de la existencia de este grupo de reflexión, punto de referencia de la Universidad en caso de radicalización de uno de los compañeros. El alumno que presente dudas sobre una transformación comportamental susceptible de señalar signos de sectarismo por parte de un compañero, deberá dirigirse en privado a su delegado o subdelegado.

Con ambos mantendrá una reunión que deberá tener lugar en los tres días siguientes a su petición en el caso de que el alumno en cuestión presente un perfil de radicalización en NIVEL 1 o NIVEL 2. En caso de hallarse en la NIVEL 3, este encuentro entre el compañero que informa y los representantes de su clase deberá tener lugar en las 24 horas siguientes a su petición.

Antes de este encuentro, el delegado y el subdelegado habrán preparado el siguiente cuestionario relativo al alumno que presenta signos de radicalización. El entrevistado deberá llegar a esta reunión con los compañeros que considere útiles (testigos de este caso) para el futuro diagnóstico de la situación. En este primer encuentro, el delegado y el subdelegado recibirán un máximo de tres personas, incluyendo al alumno que ha llevado a cabo la petición de reunión.

El alumno o alumnos presentes en este encuentro informarán del contexto personal, familiar, del alumno si lo conocen, (un reciente drama podría explicar una fragilidad mental o una pérdida de espíritu crítico). Aportarán cuantos datos tengan sobre el caso en cuestión. Acto seguido, responderán por escrito a las siguientes cuestiones.

1)Enumere los cambios que ha notado en “x”
2)Edad de “x”
3) ¿Ha asistido dentro o fuera de clase a violencias verbales o físicas de “x” hacia otro alumno desde que estos cambios se produjeron?
4)Si ha sido testigo en redes sociales de vídeos propagandísticos de ideología radical por parte de “x”, marque la casilla SI y especifique el contenido.
-SI
-NO
5)¿Ha sido testigo de comentarios antisemitas por parte de “x”?
6)¿Exterioriza “x” su práctica religiosa más actualmente que antes de notar una transformación en su comportamiento?
7)¿Ha percibido un cambio de humor inhabitual en “x”?
8)¿Ha dejado “x” de relacionarse con usted privilegiando compañías al exterior del centro?
9)¿Intenta “x” llevar cualquier tema de conversación hacia tesis conspiratorias y/o apocalípticas?
10) ¿Busca “x” la soledad antes y después del comienzo de su clase?
El responsable de velar por la defensa de las libertades de los alumnos, profesores y miembros de la administración de este centro educativo deberá recibir toda la información que concierne.

El delegado y subdelegado de esta clase informarán al resto de miembros del Consejo de Prevención de la existencia de un posible caso de radicalización en el centro, y se creará una reunió extraordinaria que deberá tener lugar (Signos NIVEL 1, NIVEL 2) en un máximo de tres días después del encuentro con el alumno/s que han comunicado su preocupación. En caso de referirnos a los signos de radicalización presentados en NIVEL 3, el Comité de Prevención deberá reunirse en las 24 horas siguientes al encuentro con el/los citados alumnos.

El orden del día de esta reunión consistirá en:

-Contextualizar el caso
-Compartir el cuestionario respondido por el/los alumnos -Realizar un primer diagnóstico
-Recordar a los miembros de este Consejo los derechos y deberes del alumno dentro del centro y la obligatoriedad de anonimato del caso de cara al resto de compañeros.
-Establecer un plan de acción y aportar una fecha límite de recogida de datos sobre el caso. La finalidad de este apartado es:
-Confirmar los signos de radicalización detectados por el/los alumnos que han informado del caso.
-Informar al Defensor Universitario de la existencia y el diagnóstico de esta primera reunión.
-Informar al Decano de la posible existencia de un caso de radicalización en su facultad.

Este será el encargado de habilitar una red de contactos dentro del profesorado capaces de confirmar/desmentir/matizar los signos de radicalización del alumno.

Una segunda reunión, en presencia del Consejo de Prevención, el Defensor Universitario y el Decano tendrá lugar en un máximo de dos semanas (Casos NIVEL 1, NIVEL 2). En caso de que el alumno presentase los signos detallados en NIVEL 3, tras la primera reunión del Comité de Prevención, se activaría el protocolo de emergencia.

Durante esos quince días hábiles, el Decano habrá comunicado al equipo docente del alumno en cuestión la situación, transmitiéndoles el cuestionario anteriormente detallado para que cada uno de ellos responda, previa observación, a las preguntas. Deberán hacérselo llegar en un plazo máximo de diez días desde el momento de la comunicación de la situación. El Decano será el encargado de presentar las respuestas de equipo docente en la segunda reunión.

La presencia en la segunda reunión del Defensor Universitario es imperativa, puesto que es el encargado de observar anomalías que de un modo u otro impidan el correcto funcionamiento de la Universidad, y al mismo tiempo tiene competencias para mediar en caso de conflictos. Su voz en esta reunión servirá para comunicar a los miembros del Consejo de Prevención y al Decano la viabilidad de las medidas propuestas para abordar el problema.

Se recomienda la presencia física de un responsable de STOP RADICALISMOS en la segunda reunión con la finalidad de poner en su conocimiento todos los signos de radicalización (o matices de los mismos) detectados por los compañeros y los profesores del alumno en cuestión. Este organismo será el encargo de informar al centro de las posibilidades de intervención y de los pasos a seguir en función del grado de sectarización, desconexión y violencia presentados por el individuo. STOP RADICALISMOS decidirá, del mismo modo, si la situación expuesta merece un seguimiento por parte de las Fuerzas de seguridad.

PROTOCOLO DE EMERGENCIA

Esta guía de intervención se activará tras un consenso entre los miembros del Consejo de Prevención, tras la primera reunión organizada 24 horas después de la comunicación por parte de los alumnos de la existencia de signos visibles e inequívocos de una deriva que pueda poner en peligro al resto de la sociedad.

Los signos presentados en NIVEL 3 describen un perfil dispuesto a pasar al acto, o con la determinación de servir a la causa como reclutador de otros alumnos.

La intervención deberá ser inmediata. Los alumnos que detecten estos signos se pondrán en contacto con el delegado y el subdelegado y responderán a las preguntas detalladas anteriormente en el cuestionario.

En las 24 horas siguientes organizarán una primera reunión en la que, a diferencia de lo relatado en el protocolo ideado para los signos NIVEL 1 y NIVEL 2, ya estarán presentes tanto el Decano como el Defensor Universitario. Ambos cargos contarán con 24 horas suplementarias para intercambiar impresiones sobre este caso con el equipo docente del alumno y con un responsable de STOP RADICALISMOS, al que el Decano deberá informar de la situación.

En un máximo de 72 horas después de los hechos denunciados por los alumnos, el conflicto deberá haber sido resuelto siguiendo el diagnóstico de STOP RADICALISMOS. Las opciones, en función de la gravedad detectada, serán:

-Inmediata puesta a disposición de las Fuerzas de Seguridad del caso
-Citación del alumno por parte del Decano a una reunión extraordinaria, en presencia del Defensor Universitario y de un experto de STOP RADICALISMOS.
-Si no se obtienen evidencias de que existe un proceso de radicalización avanzado: Seguimiento de la situación, activación del protocolo anterior (el detallado para signos de NIVEL 1, NIVEL 2), y consecuente recogida de información durante los quince días hábiles especificados antes de la siguiente reunión del Consejo de Prevención.
Tanto en el protocolo habitual como en el protocolo de emergencia, el diagnóstico final y la puesta en marcha de un plan de acción serán definidos por el ministerio de Interior a través de STOP RADICALISMOS.

3. ENTORNO FAMILIAR

El protocolo de detección, intervención y acción en entorno familiar centrará sus esfuerzos en el mantenimiento de un vínculo que será esencial para el desenlace del proceso de radicalización. La familia deberá evitar la confrontación y contar con todos los aliados de la sociedad que rodean el día a día del individuo. El protocolo familiar, pues, se apoyará en determinadas fases en la búsqueda de colaboración en el resto de ámbitos (escolar/universitario/religioso/social/laboral) que conforman la vida del familiar del que sospechamos inmerso en un proceso de radicalización.

El mantenimiento de ese vínculo familiar se materializa en este protocolo en los consejos a continuación citados en el tratamiento de un hijo/a-hermano/a- marido/mujer en proceso de radicalización. En primer lugar, se especificarán los signos de radicalización, desplegando después un abanico comportamental aconsejado para evitar la ruptura total con la familia y la aceleración de acontecimientos en dicho proceso.

3.1. DETECCIÓN. SIGNOS

Los cuatro primeros signos necesitarán de una observación más detallada del individuo, mientras que cualquiera de los signos relatados a partir del punto 5 deberán activar de inmediato el protocolo de actuación.

SIGNOS

1. El familiar comienza a mantener un discurso victimista. Habla de su religión como engranaje de una comunidad, a la que opone en su discurso al resto de la sociedad. Interviene en conversaciones familiares aludiendo de forma sistemática

2. Si practicaba la religión, esta toma una plaza más relevante en su día a día. Ritma sus jornadas. Si es converso, se aprecia un cambio comportamental que muestra que aplica la religión de forma rigorista.

3. Comienza a dejar de lado a sus amistades habituales.

4. Se encierra en sí mismo y se exterioriza un alejamiento de los miembros de
la familia, normalmente acompañado de un comportamiento inhabitual en redes. (Mayor presencia en Internet, pero menor rastro de este en redes sociales compartidas con la familia)

5. Protagoniza comentarios homófobos, antisemitas, conspiratorios y en última instancia, apocalípticos.

6. Deja de escuchar música y de ver la televisión.

7. Se niega a compartir comidas o cenas en compañía de familiares o amigos
si estos beben alcohol.

8. Ha dejado de fumar y/o beber aludiendo al pecado.

9. Ha eliminado de su habitación cualquier representación de ídolos
(futbolistas, cantantes) aludiendo al pecado de la idolatría.

10. Existe una transformación en su manera de vestir – La joven, que también presenta varios signos citados anteriormente, ha dejado además de maquillarse y de depilarse. Ha comenzado a llevar el velo islámico y acompaña estos cambios de comentarios rigoristas y alusiones al Corán. En su forma de vestir, esconde su cuerpo más de lo que lo hacía, disimulando las formas con ropa ancha.

-El joven ha dejado crecer su barba y su pelo. En algunos casos, también acompañan estos cambios y los marcadores anteriormente citados con vestimenta rigorista.

3.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR CASO 1. (SIGNOS 1-4)

La intervención a continuación detallada deberá de ir acompañada de la aplicación del protocolo laboral, en caso de que el joven tenga un contrato de trabajo en el momento en que se detecten dichos signos. Si se trata de un menor de edad o un estudiante universitario, los siguientes consejos deberán acompañarse de los pasos detallados en el protocolo escolar o universitario respectivamente. Del mismo modo, la aplicación de las pautas detalladas en el protocolo en entorno religioso y en entorno social no harán sino potenciar las posibilidades de parar este proceso de radicalización.

En definitiva, la guía a continuación elaborada se ciñe al entorno exclusivamente familiar como medidas de precaución y consejos de actuación para el miembro que detectado una práctica religiosa rigorista acompañada de los cuatro primeros signos detallados en el apartado anterior, o una práctica rigurosa de su religión acompañada de al menos uno de los signos descritos a partir del signo número 5.

• 1) Establecer un primer diálogo con el miembro de la familia sin abordar su radicalización. Hacerle ver que los cambios han llamado la atención del familiar, sin entrar a juzgar los mismos de manera frontal. Este primer paso será esencial para que el/la joven argumente y deje entrever posibles signos de radicalización suplementarios (5-10)

• 2) Hallar una actividad que en su proceso de radicalización no se haya prohibido o deteriorado. Si el/la joven muestra los primeros signos de radicalización pero sigue yendo al cine, de compras o practicando algún deporte, se recomienda explorar estas vías y organizar actividades de estas características de forma más frecuente.

• 3) Los dos primeros puntos no son incompatibles con la prevención a través de un organismo externo. Ponerse en contacto con STOP RADICALISMOS puede ser un acto de carácter puramente informativo. Proteger al joven del avance de la radicalización por parte de agentes externos o a través de la propaganda en internet es la meta última.
• 4) Privilegiar actividades que se hagan de forma colectiva, en familia. Esto reducirá el tiempo que el joven invertirá en internet y reducirá las posibilidades de una radicalización exprés.

• 5) Si los signos mostrados por el joven responden a un acercamiento espiritual a su religión sin fines políticos, mostrar tolerancia y apertura al diálogo estrechará los vínculos familiares y ayudará a evitar que éste se encuentre aislado y por lo tanto, más frágil a una ideología sectaria.

• 6) Si el joven tiene una actividad laboral, deberá de informarse al responsable de Recursos Humanos de la existencia de dichas dudas sobre un posible caso de radicalización. Éste será el encargado de transmitir estos hechos a la persona indicada en el PROTOCOLO LABORAL. La activación de todos los protocolos (laboral, social, religioso) a través del aviso de un familiar será la forma idónea de realizar la radiografía completa del proceso en el que se halla inmerso el individuo.

• 7) Si el joven es estudiante (colegio-insituto-universidad), deberá de informarse al interlocutor detallado en el protocolo escolar y universitario respectivamente. (Tutor/Delegado-Subdelegado de su clase en la Universidad), de la existencia de dichas dudas sobre un posible caso de radicalización. La activación de todos los protocolos (escolar/universitario, social, religioso) a través del aviso de un familiar será la forma idónea de realizar la radiografía completa del proceso en el que se halla inmerso el individuo.

PROTOCOLO DE EMERGENCIA. CASO 2. (SIGNOS 5-10)

• 1) Se recomienda comenzar con un primer contacto con el ministerio de Interior a través de STOP RADICALISMOS para asegurar que la forma de proceder es la más adaptada a los signos mostrados.

• 2) En caso de escuchar argumentos en defensa de un acto de violencia, se deberá informar del mismo en la llamada citada en el punto anterior. Si se expresase la voluntad expresa de llevar a cabo un acto de violencia de forma inmediata, el miembro de la familia deberá de ponerse en contacto con Policía Nacional.

• 3) Se recomienda, en la medida de lo posible y a la espera de las recomendaciones de STOPRADICALISMOS poner en práctica los siete pasos citados en el apartado anterior, relativo a los SIGNOS (1-4).

4. ENTORNO SOCIAL

El proceso de radicalización de un individuo se exterioriza a través del abandono de actividades que hasta el momento eran consideradas como parte de un todo. Lo que servía de columna vertebral en las jornadas del individuo comienza a desaparecer y a ser reemplazado por personas que hasta entonces eran desconocidas en su entorno, o, en caso de una radicalización online, por el incremento de sus momentos de soledad.
Por ello, la observación de la evolución del entorno social (actividades ligadas al deporte, a la música, a los amigos y compañeros de trabajo) se convertirá en la principal herramienta de medición de cualquiera de los protocolos aquí analizados. Tanto los compañeros de trabajo, como la institución académica o el núcleo familiar deberán centrar sus esfuerzos en averiguar el modo en que la vida social del individuo se ha ido transformando, con la finalidad de dedicar a esta transformación una interpretación adecuada.

En este protocolo de actuación, se enumerarán los signos en la vida social del individuo que se verán modificados en caso de que éste se encuentre inmerso en un proceso de radicalización. Sirva, pues, este protocolo, como apoyo del resto aquí desarrollados, y como una segunda guía de imperativo estudio por parte del núcleo familiar en caso de dudas sobre un hijo/a-hermano/a3.

4.1. DETECCIÓN SIGNOS

Un/a amigo-a/conocido-a:

1. Protagoniza un discurso victimista de forma habitual. Aborda sus creencias posicionando su religión como enemiga del resto de la sociedad.

2. Si practicaba la religión, esta toma una plaza más relevante en su día a día hasta convertirse en el centro de sus jornadas e impedirle llevar a cabo ciertas actividades (conciertos, cumpleaños, encuentros entre amigos/as). Si el individuo en cuestión es converso, se aprecia un cambio comportamental que indica que aplica la religión de forma rigorista.

3. Deja de salir o abandona los planes comunes.

4. Se vuelve solitario y su ausencia entre amigos no conlleva un lazo familiar
más fuerte, sino un aislamiento; en su defecto, la aproximación a nuevas amistades. normalmente acompañado de un comportamiento inhabitual en redes.

5. Cuando compartimos tiempo con esta persona, se muestra ausente y al abordar este cambio, exterioriza signos de irascibilidad o violencia (verbal, física).

6. Protagoniza comentarios homófobos, antisemitas, conspiratorios y en última instancia, apocalípticos.

7. Deja de escuchar música y por lo tanto, de asistir a conciertos. También evita acudir a planes en los que se sirve alcohol (fiestas, bares, partidos de fútbol).

8. Deja de salir a comer/cenar con sus amigos.

9. Ha dejado de fumar y/o beber aludiendo al pecado.

10. Ha eliminado de su habitación cualquier representación de ídolos
(futbolistas, cantantes) argumentando que éstos representan idolatría.

11. Existe una transformación en su manera de vestir Los cambios físicos coinciden con los que puede identificar la familia: la joven, que también presenta los signos citados anteriormente, ha dejado además de maquillarse y de depilarse. Ha comenzado a llevar el velo islámico y acompaña estos cambios de comentarios rigoristas y alusiones al Corán. En su forma de vestir, esconde su cuerpo más de lo que lo hacía, disimulando las formas con ropa ancha.

12. El joven ha dejado crecer su barba y su pelo. En algunos casos, también acompañan estos cambios y los marcadores anteriormente citados con vestimenta rigorista.
13. El individuo ha sido condenado a prisión en el pasado.

14. Intenta convencer al resto de amigos de que están siendo manipulados constantemente por su entorno (familiar, educativo, mediático). Argumenta sus intervenciones con frases de la naturaleza siguiente: “Todo esto ya estaba escrito”.

4.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR

Caso 1. El individuo presenta los indicadores enumerados del 1 al 5.

Caso 2. El individuo presenta, además de los cinco primeros, al menos tres de los indicadores enumerados del 6 al 14.

En ambos casos se recomienda al interlocutor tratar de abordar el cambio experimentado con el protagonista del mismo. Darle la palabra podría, además, dar pistas sobre el foco de la radicalización en la que se halla inmerso/a.

CASO 1

Se recomienda un primer contacto con un miembro de la familia de confianza de la persona en cuestión. Será el momento de recomendarle la puesta en marcha conjunta (familia-amigos) de una observación más detallada de su transformación.

La familia deberá de activar el protocolo de actuación relativo a los signos correspondientes. A su vez, también será la familia la responsable de ponerse en contacto con el departamento de Recursos Humanos del lugar de trabajo de la persona radicalizada, y/o con el correspondiente interlocutor detallado en los protocolos escolar/universitario. Cada uno de estos entornos deberá activar de forma conjunta la observación en función de los signos presentados.

En caso de confiar en el miembro de la familia al que hemos informado de los cambios del individuo, nos preocuparemos a menudo del avance de la situación y propondremos ayuda en el plano social. Ejemplos:

-Propuesta de planes entre amigos
-Asistir a reuniones familiares del individuo
-Crear nuevas propuestas que no hagan sentir incómodo al joven. La intención es comprender el grado de radicalización, por lo que un enfrentamiento no hará sino alejar a este de su entorno cercano.
No hay que olvidar que entre las técnicas de reclutamiento, el aislamiento del reclutado de su entorno familiar, social y laboral constituye una base primordial para posicionar la ideología extremista y sus adeptos como una familia de sustitución. En este sentido, todos los comportamientos y estrategias adoptadas capaces de poner en entredicho el argumentario sectario y binario serán útiles para que el proceso de radicalización no avance a un ritmo más elevado.

Si no tenemos suficiente confianza en el miembro de la familia que ha aceptado encargarse de vigilar de cerca la transformación del individuo, este acercamiento a la familia puede acompañarse de un primer contacto con STOP RADICALISMOS. En esta llamada, se informará del contexto, detallando cada gesto que pudiere parecer insignificante entre las transformaciones detectadas. Será imperativo ser lo más precisos posible en cuanto a la temporalidad del suceso. El individuo que ha presenciado tales cambios, deberá informar a STOP RADICALISMOS (Caso 1) o a Policía Nacional (Caso 2) de detalles ligados a las siguientes preguntas:

• 1) ¿De qué cambios se trata?

• 2) ¿Está la familia al corriente?

• 3) ¿Cuánto hace que experimenta dichos cambios?

• 4) ¿Qué ha pasado en la vida del individuo inmediatamente antes de esta
transformación?

Esta cuestión servirá a nuestros interlocutores para trazar una primera línea de investigación y averiguar si la aparición repentina de una o varias personas en la vida del individuo han conllevado esa radicalización. En este caso, estaríamos frente a un caso de reclutamiento y uno de estos dos organismos competentes deberán informarnos de la forma en que podemos tratar de alejar al individuo del foco del problema. (Ej: Si el joven presenta signos de radicalización desde que comenzó a frecuentar a un vecino, o a un compañero de fútbol, la familia y los amigos deberán idear la manera de detectar al agente radicalizador, denunciar su presencia y reemplazar esta actividad por otra).
• 5) ¿Ha defendido la violencia impuesta por otros individuos en defensa de una ideología? ¿Se ha dicho capaz o dispuesto a actuar del mismo modo que estos?

• 6) ¿Está el individuo en contacto con menores (hermanos, primos)?
Será esencial advertir de la respuesta a esta pregunta a uno de nuestros interlocutores para frenar un posible caso de contagio o radicalización en familia. El individuo podría estar transmitiendo su discurso de odio a sus hermanos/as, y en caso de tratarse de un radicalizado inmerso en el mercado laboral, su trabajo podría estar poniéndole en contacto directo y cotidiano con jóvenes vulnerables. (Profesor de primaria o secundaria, entrenador de fútbol…)

PROTOCOLO DE EMERGENCIA

CASO 2

Aunque se recomienda aplicar en la medida de lo posible el protocolo detallado en el CASO 1 en lo relativo al mantenimiento del contacto con el individuo, la persona del entorno del posible radicalizado deberá comenzar su intervención previniendo a STOPRADICALISMOS de un caso evidente de radicalización violenta. Este organismo será el encargado de realizar las cuestiones adecuadas sobre el caso y aportar así la información necesaria para comprender si existe riesgo de acto violento inmediato, o si el joven se halla inmerso en un proceso de radicalización a través de un reclutador offline u online.

Este contacto permitirá igualmente vislumbrar el entorno que ha acercado al individuo una ideología violenta, así como confirmar que los signos detectados corresponden a un caso que merece seguimiento por parte de las Fuerzas de Seguridad. De ser así, se recomienda avisar de nuevo a la familia, esta vez para transmitirle el diagnóstico realizado por la autoridad competente en esta materia.

5. ENTORNO LABORAL

La identificación de un proceso de radicalización en entorno laboral es de mayor complejidad que en contextos que nos permiten una mayor cercanía al individuo y por lo tanto, un seguimiento más exhaustivo de su comportamiento.

En este sentido, se detallarán a continuación los signos que pueden alertar sobre el proceso de radicalización o banalización de la violencia en que se halla inmerso un compañero de trabajo. No obstante, no se recomienda la actuación unilateral del mismo, salvo en los casos en los que los signos denoten un peligro real e inmediato para con el resto de trabajadores, o para cualquier otro conciudadano. En caso de concluir, previa observación, que el individuo muestra signos de estar poniendo en práctica una doctrina rigorista, peligrando así tanto su interactuación con el resto de individuos como el respeto de los valores democráticos, el presente protocolo deberá de activarse como apoyo al protocolo familiar y social del individuo.

Lo mismo sucederá en caso de que el departamento de Recursos Humanos conozca la existencia de este proceso de radicalización por iniciativa propia de la familia del trabajador. Como se ha explicado anteriormente, los seis protocolos aquí presentes han sido ideados para, en la medida de lo posible, ser puestos en marcha de forma complementaria. Siguiendo esta lógica, existirán signos de radicalización más fácilmente detectables en entorno familiar y social que en contexto laboral; no obstante, cualquier irregularidad en el día a día del individuo (ausencia continuada en el lugar de trabajo, abandono del mismo tras mostrar signos de radicalización…) serán informaciones de gran utilidad para alertar al entorno cercano del individuo de una situación que necesitaría de un seguimiento cercano.

5.1. DETECCIÓN. SIGNOS

En entorno laboral, los signos de radicalización cuya evolución deberá ser vigilada serán los siguientes:

• 1) Irascibilidad del empleado.

• 2) Discurso victimista que opone de manera sistemática su religión, abordándola
como comunidad frente al resto de la sociedad.

• 3) La religión gana terreno hasta el punto de obstaculizar la vida laboral: no se
sociabiliza con el resto de compañeros, no comparte la hora de la comida con éstos aludiendo a su ritual alimenticio, interrumpe su jornada para proceder a la oración.

• 4) En el intercambio de ideas durante reuniones o encuentros laborales, busca un enfrentamiento basado en doctrinas. Profiere comentarios racistas, antisemitas, homófobos y en última medida, apocalípticos.

• 5) Su relación con el resto de compañeros de trabajo:

5.1 Se ha deteriorado y sus intercambios con éstos son los estrictamente necesarios para llevar a cabo su labor.

5.2. Se limita a discusiones en las que el individuo aborda teorías conspiratorias o trata de convencer al resto de compañeros de tesis que no defendía anteriormente. La actualidad internacional ocupa en sus conversaciones un espacio que no ocupaba con anterioridad.

• 6) Existe una transformación en la apariencia externa del empleado que hace pensar que practica su religión de forma rigorista.

• 7) Si el empleo conlleva una relación de cara al público, el empleado se muestra hostil con determinados clientes de otras religiones o ideas políticas. Si el empleo conlleva el contacto con alcohol, tabaco o personas que lo consumen (ej: hostelería), el individuo comienza a evitar dicho contacto y a reemplazar sus tareas por otras que no necesiten de este contacto.

• 8) El empleado puede mostrar signos de depresión. Exterioriza aislamiento y además, ritma sus jornadas laborales con una sobrepresencia en su Smartphone.

• 9) Se incorpora tarde a sus jornadas laborales, de las que también trata de marcharse antes de la hora indicada. Comienza a ausentarse sin justificación previa, o encadena días libres sin avisar al departamento de Recursos Humanos
con antelación.

• 10) Sus compañeros de trabajo subrayan su sobrepresencia en redes sociales en
horas de trabajo pero dejan de ver una actividad regular en estas. El individuo ha creado otros perfiles.

5.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR

Se recomienda que cada empresa designe un equipo reducido de colaboradores en materia de prevención contra la radicalización. Este debería estar formado por un miembro de Recursos Humanos, interlocutor principal de este grupo de trabajo, de un directivo o manager y de otro trabajador en un escalón inferior dentro de la jerarquía de la empresa. Serán los encargados de recibir una formación sobre esta materia para identificar los posibles casos y actuar en consecuencia de los signos mostrados, pero también deberán concienciar al resto de la empresa de estos peligros a través de seminarios y charlas como en la actualidad se hace sobre problemáticas tales como el acoso laboral.
Estas charlas no solo permitirán prevenir de estos casos en entorno laboral, sino que servirán además como iniciativa civil a partir de la cual un trabajador podría identificar signos de radicalización en su propio entorno social o familiar.
En caso de ser testigos de una transformación marcada por los signos anteriormente detallados, el empleado deberá:

• 1) Dirigirse al responsable de Recursos Humanos, que se comprometerá a concertar en las 48 horas siguientes una primera reunión en la que estarán presentes el empleado testigo de los signos, el Director de Recursos Humanos y los dos miembros restantes del Consejo de Prevención4 dentro de la empresa.

• 2) Guardar confidencialidad sobre esta denuncia, así como sobre la forma de proceder comunicada o establecida tras la primera reunión.

El Consejo de Prevención deberá:

1) Concertar une reunión en las 48 siguientes a la petición por parte de un empleado de la empresa.
2) En esta reunión el empleado deberá responder a las siguientes cuestiones:
1)Enumere los cambios que ha notado en “x”
2)¿Qué relación tiene con “x”? ¿Tiene trato con él fuera del entorno laboral?
3) ¿Ha asistido dentro o fuera del trabajo a violencias verbales o físicas de “x” hacia otro empleado desde que estos cambios comenzaron a producirse?
4)Si ha sido testigo en redes sociales de vídeos propagandísticos de ideología radical por parte de “x”, marque la casilla SI y especifique el contenido.
-SI
-NO
5)¿Ha sido testigo de comentarios antisemitas por parte de “x”?
6)¿Exterioriza “x” su práctica religiosa más de lo que es habitual en él/ella?
4 Se recomienda que el Consejo de Prevención se conforme previa iniciativa del departamento de
7)¿Le consta que “x” ha sufrido recientemente un drama familiar o un cambio radical en su vida

Recursos Humanos y que sus miembros sean elegidos en función de cualidades tales como: méritos, fadmiscilrieacrió(nd,ihvaobrilcidioa,depsésrodcidalaesd, ceapuancisdeadr dqeuleidreidraozg…o).?Se recomienda que en caso de intervención (activación del protocolo) por parte de este Consejo se solicite la presencia de un representante sindical.

8)¿Ha dejado “x” de relacionarse con usted de forma repentina?
así como la asistencia de un representante de Stop Radicalismos, o en su defecto, la transmisión de las
9)¿Intenta “x” llevar cualquier tema de conversación hacia tesis conspiratorias y/o apocalípticas?
pautas de este organismo.
11) ¿Busca “x” el aislamiento?

Las respuestas a este cuestionario permitirán a los miembros de este Consejo elaborar un primer boceto y transmitir al manager del empleado en cuestión las transformaciones detectadas por su compañero. (APARTADO 3)

3) El Consejo tomará la medida preventiva de alertar de este caso al manager del empleado involucrado en las 48 horas siguientes a esta reunión. Su cometido será mantener un encuentro con éste y abordar su recorrido en la empresa, para juzgar de forma más concisa estos medidores y ofrecerle la posibilidad de compartir cambios relevantes en su vida o preocupaciones que le hayan llevado a actuar de una forma inhabitual.

4) El Consejo exigirá una valoración de la situación al manager del empleado, que deberá llegar como máximo siete días hábiles después de las observaciones transmitidas por su compañero de trabajo. Esta valoración responderá a las cuestiones siguientes:

1)Enumere los cambios que ha notado en “x”
2)¿Qué relación tiene con “x”? ¿Tiene trato con él fuera del entorno laboral?¿La tenía antes de notar un cambio en su conducta?
3) ¿Ha asistido dentro o fuera del trabajo a violencias verbales o físicas de “x” hacia otro empleado desde que estos cambios comenzaron a producirse?
4)Si ha sido testigo en redes sociales de vídeos propagandísticos de ideología radical por parte de “x”, marque la casilla SI y especifique el contenido.
-SI
-NO
5)¿Ha sido testigo de comentarios antisemitas por parte de “x”?
6)¿Exterioriza “x” su práctica religiosa más de lo que es habitual en él/ella?
7)¿Le consta que “x” ha sufrido recientemente un drama familiar o un cambio radical en su vida familiar (divorcio, pérdida de un ser querido…)?
8)¿Ha dejado “x” de relacionarse con usted de forma repentina?
9)¿Intenta “x” llevar cualquier tema de conversación hacia tesis conspiratorias y/o apocalípticas?
12) ¿Busca “x” el aislamiento?

5) Este cuestionario se presentará en una nueva reunión, en la que estarán presentes los miembros del Consejo de Prevención y el manager de empleado. Se ofrecerá la posibilidad de asistir a la misma al trabajador al origen de la alerta de radicalización. Su presencia podría ser útil y aportar nuevos datos en caso de que éste hubiese notado nuevos signos. No obstante, su asistencia, así como su colaboración más allá del ámbito laboral5 a lo largo de la intervención, no será imperativa.
En ella se abordarán los cuestionarios recogidos hasta el momento (empleado, manager) así como un diagnóstico de la reunión extraordinaria mantenida entre el manager del equipo y el empleado posiblemente radicalizado.
• 6) Si los signos detectados en ambos cuestionarios llevan a pensar al Consejo durante esta reunión que existe un verdadero riesgo de radicalización por parte del individuo, deberán confirmar su protocolo de intervención alertando a STOPRADICALISMOS, que será el organismo competente para aconsejar la comunicación del caso a las Fuerzas de Seguridad.
• 7) En caso de que entre los signos de radicalización del individuo se encontrasen los relatados en los SIGNOS 4, 7 o 9, la empresa podrá ejercer una sanción disciplinaria al empleado, que le comunicará por escrito acompañada del convenio colectivo.
(4) En el intercambio de ideas durante reuniones o encuentros laborales, busca un enfrentamiento basado en doctrinas. Profiere comentarios racistas, antisemitas, homófobos y en última medida, apocalípticos.
(7) Si el empleo conlleva una relación de cara al público, el empleado semuestra hostil con determinados clientes de otras religiones o ideas políticas. Si el empleo conlleva el contacto con alcohol, tabaco o personas que lo consumen (ej: hostelería), el individuo comienza a evitar dicho contacto y a reemplazar sus tareas por otras que no necesiten de este contacto.
(9) Se incorpora tarde a sus jornadas laborales, de las que también trata de marcharse antes de la hora indicada. Comienza a ausentarse sin justificación previa, o encadena días libres sin avisar al departamento de Recursos Humanos con antelación.

• 8) Si el manager considera que los signos relatados por el compañero del empleado no coinciden con los datos recogidos a lo largo de su reunión, comunicará sus apreciaciones al Consejo de Prevención en los mismos plazos detallados anteriormente. Como medida preventiva, el Consejo comunicará a STOPRADICALISMOS el caso recientemente estudiado en la empresa, y se comprometerá a realizar un seguimiento personalizado del trabajador. En el plazo de un mes, el trabajador que realizó la primera denuncia y el manager del empleado en cuestión deberán reunirse con el mismo Consejo de Prevención y comunicar la evolución del caso. En caso de deterioro de la situación, la empresa recurrirá al paso anterior (7).

PROTOCOLO DE EMERGENCIA
El empleado muestra al menos cinco de los signos detallados anteriormente y entre estos se hallan los recogidos en el punto 4, 7 y 9. Si, además, el individuo ha protagonizado amenazas verbales a sus compañeros o ha banalizado el uso de la violencia como fin de una ideología política, la empresa deberá activar el protocolo de emergencia aplicando los siguientes pasos de forma inmediata y simultánea:
• 1) Ejerciendo una sanción disciplinaria al empleado, que le comunicará por escrito acompañada del convenio colectivo.
(4) En el intercambio de ideas durante reuniones o encuentros laborales, busca un enfrentamiento basado en doctrinas. Profiere comentarios racistas, antisemitas, homófobos y en última medida, apocalípticos.
(7) Si el empleo conlleva una relación de cara al público, el empleado semuestra hostil con determinados clientes de otras religiones o ideas políticas. Si el empleo conlleva el contacto con alcohol, tabaco o personas que lo consumen (ej: hostelería), el individuo comienza a evitar dicho contacto y a reemplazar sus tareas por otras que no necesiten de este contacto.
(9) Se incorpora tarde a sus jornadas laborales, de las que también trata de marcharse antes de la hora indicada. Comienza a ausentarse sin justificación previa, o encadena días libres sin avisar al departamento de Recursos Humanos con antelación.

• 2) De forma inmediata se procederá entonces a una instrucción o recogida de información a propósito de este empleado. Las personas amenazadas o testigos de los actos denunciados por un compañero o presenciados por los mismos mánagers responderán en las 24 horas siguientes al incidente que ha desencadenado su sanción al cuestionario detallado anteriormente, a saber:

1)Enumere los cambios que ha notado en “x”
2)¿Qué relación tiene con “x”? ¿Tiene trato con él fuera del entorno laboral?
3) ¿Ha asistido dentro o fuera del trabajo a violencias verbales o físicas de “x” hacia otro empleado desde que estos cambios comenzaron a producirse?
4)Si ha sido testigo en redes sociales de vídeos propagandísticos de ideología radical por parte de “x”, marque la casilla SI y especifique el contenido.
-SI
-NO
5)¿Ha sido testigo de comentarios antisemitas por parte de “x”?
6)¿Exterioriza “x” su práctica religiosa más de lo que es habitual
7)¿Le consta que “x” ha sufrido recientemente un drama familiar
en su vida familiar (divorcio, pérdida de un ser querido…)?
8)¿Ha dejado “x” de relacionarse con usted de forma repentina?
9)¿Intenta “x” llevar cualquier tema de conversación hacia tesis conspiratorias y/o apocalípticas?
en él/ella?
o un cambio radical
13) ¿Busca “x” el aislamiento?

• 3) El Consejo de Prevención comunicará este caso a STOP RADICALISMOS informando a este organismo de que los detalles de los cambios experimentados por el empleado en cuestión les serán transmitidos en las 24 horas siguientes a la agresión. La empresa deberá facilitar cuantas cuestiones sean requeridas por STOP RADICALISMOS, que transmitirá al responsable de Recursos Humanos un diagnóstico de la situación.

• 4) La empresa actuará en consecuencia tras la sanción disciplinar, y pondrá en marcha las recomendaciones en materia de prevención comunicadas por el Ministerio de Interior. El empleado radicalizado podría haber ejercido presión o influencia en otros trabajadores, por lo que una concienciación sobre radicalismos y valores democráticos será esencial para abrir un debate dentro de la empresa o institución concernida.

• 5) Si existen indicios para pensar que existió un intento de reclutamiento por parte del antiguo empleado sobre otros trabajadores, o que los intercambios entre éste y aquellos llegaron a dar sus frutos, se activará de nuevo el protocolo habitual o el de emergencia, en función de los signos detectados.

6. ENTORNO RELIGIOSO

Los casos de radicalización islamista estudiados por la autora de este protocolo desprenden un modelo comportamental semejante en lo que respecta a su exteriorización dentro de la institución religiosa. Los individuos inmersos en un proceso de radicalización comienzan a practicar su religión de forma más rigurosa, por lo que en un primer momento, la frecuencia de asistencia a la mezquita aumenta paulatinamente. El grado de radicalización marcará la presencia de este individuo en la mezquita. Esto es, el imán va a dejar de ser considerado una autoridad respetable para el individuo a medida que su grado de radicalización aumente. Por consecuencia, la ausencia de este dentro del lugar de culto dificultará la lectura e interpretación de signos de radicalización por parte del imán y/o el resto de creyentes. No obstante, como se verá a lo largo del protocolo, la ausencia repentina y absoluta de un creyente regular en sus visitas al centro de culto será, en algunos casos, un signo de radicalización en sí mismo.

6.1. DETECCIÓN. SIGNOS

Si el individuo se ha acercado a la religión desde una búsqueda espiritual y propia, (esto es, libremente, sin presión externa) la frecuencia de sus visitas a la mezquita responderá a su libertad de culto y los responsables del lugar deberán contar con la formación necesaria para interpretar este patrón de comportamiento y no confundirlo así como la radicalización violenta de uno de sus creyentes.

Si, por el contrario, el individuo en cuestión formaba parte de la comunidad religiosa y ha evolucionado en su manera de acercarse al culto, en la forma de relacionarse con sus autoridades y con el resto de creyentes, se abordará esta transformación desde la prevención de un posible caso de radicalización violenta y se seguirá el protocolo que se detalla en las siguientes páginas.

La meta, pues, será proteger al resto de ciudadanos, evitar el efecto contagio entre los demás creyentes y, en caso de que el individuo estuviese siendo víctima de reclutamiento (online/offline) ofrecerle protección de cara a ese proceso de radicalización y transmitir esta información a las Fuerzas de Seguridad con la mayor brevedad posible.

En definitiva, se recomienda un esfuerzo suplementario en materia de prevención contra la radicalización en ámbito religioso, con la finalidad de concienciar a los creyentes de los peligros de las ideologías que tratan de asentarse a su alrededor (físicamente y online) como “versión definitiva” del credo. Por otra parte, sensibilizar a la comunidad (y especialmente sus autoridades) sobre la responsabilidad que tienen, como parte de la sociedad civil, en la implicación dentro de la lucha contra la radicalización violenta y del acceso privilegiado que tienen a determinados marcadores religiosos desconocidos para el resto de la sociedad. Los signos detectados a continuación son los propuestos para que tanto los miembros de la comunidad religiosa como el imán concluyan la necesidad de alertar sobre un caso de radicalización violenta.

SIGNOS

El individuo, dentro o en las inmediaciones del lugar de culto:

1. Aborda sus creencias posicionando su religión como enemiga del resto de la sociedad. Asiste a las oraciones solo o en compañía de otros individuos que defienden con hostilidad una lectura radical de su religión.
2. El individuo asiste de forma más regular al centro de culto y se aprecia una actitud irascible o irritable ante el resto de creyentes.
3. Si asiste a actividades organizadas por el centro de culto, toma la palabra y contradice la lectura de versos del Corán abordada por el imán.
4. Aporta información sobre interpretaciones de suras vehiculando una ideología violenta o legitimando a través de la religión una opinión política.
5. No se relaciona con el resto de creyentes. Si lo hace, trata de convencerles de que la visión del mundo transmitida en ese centro es cómplice de los infieles.
6. Tratándose de un miembro de la comunidad religiosa sociable, comienza a mostrar signos de soledad y aislamiento acompañados de periodos de ausencia cada vez más frecuentes.
7. La familia del individuo muestra a otro miembro de la comunidad su preocupación por los cambios experimentados por el individuo en entorno familiar.
8. Protagoniza comentarios homófobos, antisemitas, conspiratorios y en última instancia, apocalípticos.
9. El centro de sus conversaciones se centra en lo permitido y lo prohibido por el Corán.
10. Exterioriza una transformación en su manera de vestir que coinciden con una aplicación rigorista de su religión.
11. El individuo ha sido condenado a prisión en el pasado.
12. Alaba o justifica directa o indirectamente un acto terrorista o el uso de la violencia en defensa de su religión.

6.2. INTERVENCIÓN

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ESTÁNDAR

Establecer el diálogo con el individuo que ha mostrado signos de radicalización será esencial por dos motivos:
-Esta primera toma de contacto permitirá al resto de la comunidad (o al representante de la misma) observar de cerca otros indicadores que podrían haber pasado desapercibidos en entorno religioso. Ejemplo: proponer al individuo un plan fuera de este contexto nos llevará a analizar un comportamiento anómalo en entorno social.

-Este contacto será el nexo de unión con el resto de la comunidad. En caso de hallarse en una mera búsqueda espiritual, contar con el apoyo de una tercera persona le abrirá la puerta del diálogo en caso de tener dudas sobre su lectura del mundo y, en última instancia evitará que el individuo se convierta en un blanco fácil de posibles reclutadores.

El individuo muestra los signos 1,2,3,4

• 1) Entablar un primer contacto con un miembro de la familia de confianza de la persona en cuestión será esencial. Su labor será comunicar al imán o responsable de esa comunidad de creyentes sus preocupaciones. Este será el encargado de realizar una observación suplementaria de este caso y de entrar en contacto con otros miembros de la familia o del entorno social del individuo en cuestión. Esta será la ocasión de poner en común la existencia de los protocolos social y familiar y aconsejar a la familia sobre la necesidad de poner en marcha ambos procedimientos de forma coordinada.

• 2) Si los signos han sido detectados por el responsable de esta comunidad religiosa, escogerá entre sus fieles a un miembro de confianza para transmitirle sus dudas. Este “tutor” espiritual entablará un primer contacto con el individuo abordando sus cambios con la mayor prudencia posible, evitando el enfrentamiento y tratando de estrechar un lazo, por insignificante que sea. Cabe destacar que en este grado del proceso, el individuo ha mostrado irascibilidad, nuevas y dudosas compañías y rigorismo religioso. Por lo tanto, hallar dentro de la comunidad un apoyo y un discurso contranarrativo reducirá las posibilidades de que un discurso de odio proveniente del exterior cale de forma automática en este individuo.

3) En segundo lugar, el propio responsable de la comunidad tratará de acercarse al individuo con la finalidad de medir el grado de autoridad que todavía tiene a ojos de este.

Si el individuo está abierto al diálogo o expresa dudas sobre temáticas o visiones abordadas dentro del centro de culto, el responsable del mismo tratará de crear un vínculo de respeto mutuo y de tolerancia. La duda es un signo de que la visión binaria no ha llegado a calar. El individuo busca respuestas.

Su apertura a entablar este contacto con el centro de culto será un marcador esencial para medir cómo de posible es que el individuo rompa próximamente con una visión moderada de la religión. Si en este intercambio el responsable de este centro halla la mínima pista de que el individuo juzga su visión de la religión como “soft” utilizando términos como “islam europeo” o “islam a la carta” el responsable de la comunidad deberá ponerse en contacto con STOP RADICALISMOS, recibir pautas de actuación en función de los signos detectados. Esta será la ocasión para informar a este organismo sobre la voluntad de proteger al resto de fieles de un posible reclutamiento por parte del individuo en caso de que éste haya tratado de transmitir con fines proselitas su visión de la religión.

PROTOCOLO DE EMERGENCIA

Además de los cuatro primeros signos, el individuo exterioriza al menos tres de los signos 5 al 12.

• 1) El miembro o miembros de la comunidad informarán inmediatamente al responsable de la misma de los signos protagonizados por el individuo.

• 2) El responsable de la comunidad tendrá dos prioridades:

– Informar al ministerio de Interior a través de su plataforma online del caso. -Proteger al resto de fieles de la influencia de este miembro dentro de su comunidad.
Ambas podrán abordarse alertando a las Fuerzas de Seguridad de la posible comisión de un delito, puesto que entre los desarrollados entre los puntos 5 y 12 del apartado SIGNOS se hallan indicios de apología de terrorismo, incitación al odio.
3) Se recomienda poner en marcha los pasos 1 y 2 del protocolo de emergencia de forma inmediata, en las 12 horas siguientes a la denuncia por parte del testigo o testigos de estos signos. Además, el miembro de la comunidad tratará de recoger cuanta información sea necesaria sobre la familia o entorno social (y religioso) del individuo en cuestión en caso de contar con ellos como miembros de su comunidad. De este modo, se prevendrá el efecto proselita de una ideología radical y se tratará de observar posibles cambios en este entorno.→Se recomienda llevar a cabo una observación exhaustiva de este entorno dentro del contexto religioso del centro de culto. En caso de detectar en estos miembros cercanos al individuo cualquiera de los signos detallados en el apartado SIGNOS, se activará el protocolo habitual o el de emergencia, en función de las pautas anteriormente relatadas.

4) El centro de culto organizará jornadas especiales basadas en charlas y seminarios preventivos de este fenómeno. Se recomienda que este punto se cumpla regularmente sin necesidad de contar entre los miembros de su comunidad con un caso de radicalización violenta.

7. BIBLIOGRAFÍA

→High-Level Commission Expert Group on Radicalisation (HLCEG-R) Final Report. p. 7- 9; p. 10-11; p.12-13 https://ec.europa.eu/home-affairs/sites/homeaffairs/files/what- we-do/policies/european-agenda-security/20180613_final-report-radicalisation.pdf
→Revised Prevent Duty Guidance: for England and Wales. Guidance for specified authorities in England and Wales on the duty in the CounterTerrorism and Security Act 2015 to have due regard to the need to prevent people from being drawn into terrorism. p.6-10; 11-12 https://assets.publishing.service.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attach ment_data/file/445977/3799_Revised_Prevent_Duty_Guidance__England_Wales_V2- Interactive.pdf

→Armas de seducción masiva. Javier Lesaca. Ediciones Península.

→Plan estratégico nacional de lucha contra la radicalización violenta. STOP RADICALISMOS. http://www.interior.gob.es/documents/10180/7086327/Presentación+%27Stop+Radic alismos%27.pdf/c33210e0-f915-485b-b891-eb24265c7e6e
→Youth Counselling against radicalisation. Guidelines for front-line workers (Co- fnded by the Erasmnus+ Programme of the European Union, 2015). p.25-30; p.43-49 https://www.ycare.eu/files/YCARE%20Project%20Guidelines.pdf
→Parental Influence on Radicalization and De-radicalization according to the Lived Experiences of Former Extremists and their Families. Journal for Deradicalization, 2017. http://journals.sfu.ca/jd/index.php/jd/article/view/115
→Parent’s Perspectives on Radicalization: A Qualitative Study. Junio 2018. Journal of Child and Family Studies. Table 1, Table 2. https://link.springer.com/article/10.1007/s10826-018-1048-x

→Protocolo para la corrección y sanción de las situaciones de acoso escolar en los centros docentes no universitarios de la Comunidad de Madrid. http://www.madrid.org/dat_sur/site/convivencia/acoso_escolar/ACOSO_ESCOLAR_Pr otocolo_correccion_y_sancion.pdf
→Who are the European youths willing to engage in radicalization? A multidisciplinary review of their psychological and social profiles. ARTEMIS. Feb 2018. p. 11-12. http://www.association-artemis.com/wp- content/uploads/2018/04/Who_are_the_European_youths_EurPsy.pdf
→Reconceptualizing the drivers of violent extremism: an agenda for child & youth resilience. Wana Institut. p.14. p.17
https://www.tdh.ch/sites/default/files/tdh_wana_pve_en_light.pdf

→Radicalisation Research. RAN CENTRE OF EXCELLENCE. Dec 2016. p. 11-14. https://ec.europa.eu/home- affairs/sites/homeaffairs/files/docs/pages/201612_radicalisation_research_gap_analy sis_en.pdf